El talento humano, la cantidad de científicos y los ejemplos exitosos que apalancan el ecosistema son algunos de los ingredientes clave del importante número de unicornios nacidos en Argentina. Las crisis y el cambio constante de las reglas políticas y económicas -razones que complican la vida a los emprendedores argentinos- han sido, curiosamente, su gran fortaleza. Aunque ahora los especialistas advierten que empiezan a restarle competitividad al ecosistema innovador.